Sony RX10 IV: La Cámara Todo Terreno que Hace que tus Fotos y Vídeos Hablen por Ti
Hay cámaras que prometen hacerlo todo. Y luego está la Sony RX10 IV, que realmente lo consigue. En un mundo donde solemos elegir entre calidad, velocidad, portabilidad o versatilidad, esta cámara nos plantea una pregunta mucho más interesante: ¿por qué no tenerlo todo?
Si eres viajero, aficionado serio o profesional que no quiere cargar con varios objetivos, o si simplemente quieres una cámara que lo haga todo y lo haga bien, la RX10 IV es probablemente una de las mejores decisiones que puedes tomar. Hoy te lo cuento en detalle, desde la experiencia de uso real, sin tecnicismos innecesarios pero con toda la pasión que esta cámara despierta.
Un zoom brutal que redefine lo que puedes capturar
Uno de los puntos fuertes —y más reconocidos— de esta cámara es su objetivo ZEISS Vario-Sonnar T* 24-600mm f/2.4-4. Este rango cubre desde paisajes amplios hasta fauna en movimiento desde lejos, todo sin cambiar de lente. Si viajas, haces safaris, deportes o eventos, no hay nada que se le escape.
Además, la calidad óptica es excepcional. Incluso en los extremos del zoom, las fotos mantienen un nivel de nitidez sorprendente. Pocas cámaras con zoom integrado pueden presumir de esa consistencia.
Velocidad de enfoque para no perder ni un instante
La RX10 IV tiene un sistema de enfoque automático híbrido con 315 puntos de detección de fase. Traducido a la práctica: enfoca en 0,03 segundos. Rápido. Preciso. Silencioso. Puedes disparar ráfagas de hasta 24 fps con seguimiento de enfoque y exposición automática. Es decir, puedes congelar el momento exacto que quieres… incluso cuando no sabías que estaba a punto de ocurrir.
Vídeo profesional sin ser videógrafo
La RX10 IV no solo destaca en foto: graba vídeo 4K con lectura completa de píxeles y sin pixel binning, lo que se traduce en una calidad cinematográfica. Añade a eso perfiles S-Log3/S-Gamut3, cámara lenta en Full HD hasta 1000 fps, entrada de micro, salida de auriculares, y tienes una máquina que podría grabar desde un documental hasta un vlog profesional.
Y todo esto lo haces tú, sin ser un operador de cámara. Solo tú, tu ojo y esta bestia de bolsillo.
Construcción sólida, ergonómica y lista para el terreno
La RX10 IV está pensada para usarse, no para admirarla en una vitrina. El cuerpo es resistente a salpicaduras y polvo, el agarre es profundo y cómodo, y los botones están bien colocados para uso intensivo. Pesa, sí, pero transmite seguridad. Y eso se agradece cuando viajas y sabes que va a soportar más que una cámara de iniciación.
Casos reales: de la sabana africana a la calle de tu ciudad
Muchos fotógrafos de naturaleza usan esta cámara para capturar animales en movimiento sin molestarles. Pero también verás la RX10 IV en bodas, en conciertos, en ciudades, e incluso en manos de viajeros que no quieren andar cambiando de lente constantemente. Y eso es lo maravilloso: es una cámara que se adapta a ti, no tú a ella.
¿Qué pierdes? ¿Qué ganas?
¿Qué pierdes? La posibilidad de cambiar de objetivo. Nada más. Todo lo demás lo tienes. Incluso la profundidad de campo es decente, y el bokeh a 600mm con f/4 es más que agradable. ¿Qué ganas? Agilidad, velocidad, portabilidad, fiabilidad, versatilidad y calidad.
¿Vale la pena en 2025?
Aunque la RX10 IV lleva unos años en el mercado, sigue siendo un referente. Su equilibrio entre calidad de imagen, zoom extremo, prestaciones de vídeo y ergonomía la hacen actual. No compite con cámaras nuevas: compite con todo lo que quieras hacer… y gana.
Y lo mejor: ahora mismo puedes conseguirla con una excelente relación calidad-precio.
